El mapa de la religión en México está cambiando lentamente. En el pasado censo 2020, 97,864,218 personas se reconocieron católicas. Aunque la cifra es grande, supone una caída porcentual del 5% respecto al 2010. ¿A dónde han emigrado esos antiguos creyentes? Los indicadores en ascenso nos ofrecen la respuesta. Uno de ellos, el crecimiento evangélico, no nos sorprende: pasaron del 7.5% en 2010 al 11.2% en 2020. Las sorpresas las constituyen dos rubros con escaso protagonismo anteriormente: las personas sin religión y los creyentes sin adscripción religiosa.