OPINIÓN

Los otomíes no quieren llamarse ya otomíes.

MÉXICO MÁGICO / Catón EN MURAL

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Son como los tarascos, que no quieren llamarse ya tarascos. Al parecer esta palabra, tarasco, en lengua purépecha significa "suegro". Los españoles llamaban a los indios de Michoacán "tarascos", suegros, como queriendo decir que estaban gozando a sus hijas, y eso era para ellos gran desdoro. Así, los descendientes de aquella raza de indios de aventajada estatura y tez muy clara no gustan ahora de ser llamados "tarascos", sino "purépechas". Algunos, para mayor distinción, le añaden una hache a la palabra y ponen "puréhpechas".