Cuando un producto es muy rentable su comercio puede moldear el mundo. La nuez moscada llegó a venderse en Europa a 60 mil veces su costo en las Islas Malacas, de donde era originaria. Estos márgenes de ganancia impulsaron a los navegantes europeos a buscar nuevas rutas para el comercio de especias en el siglo XVI, topándose en el intento con un Nuevo Mundo.