OPINIÓN
MÉXICO MÁGICO / Catón EN MURAL
En estos días mi rancho es un prodigio. Ha llovido mucho, como nunca. En el bosque los pinos tienen un color tan verde oscuro que se ven como empinados capitanes negros. Los árboles de ciruelo están cargados; sus ramas se inclinan a la tierra en una acción de gracias por su fecundidad.
En la noche croan las ranas y los grillos cantan. Hay miríadas de estrellas infantiles que juegan rondas en el ras del suelo: luciérnagas. La luna crece allá arriba, y la vida acá abajo. La vida, restallante como un hermoso látigo.
Anoche vimos una zorra, y ella se nos quedó viendo, tranquila. Me dice el primo Pancho que en el camino se le cruzaron cuatro venadas. Las mujeres cantan mientras están lavando. Los niños pasan riendo hacia la escuela. Las acequias no pueden con el agua. No ha granizado. Dios se ha portado bien.