Llegaban como las golondrinas, en parvadas y con astronómica puntualidad capistranesca. Los gringos... Nosotros decíamos "las gringas", porque de la existencia de ellos ni siquiera nos percatábamos, si no era para escribir con gis en la pared del Parque Azteca: "Yankees, go home; gringas, come home".
A más de la del tren había dos estaciones en Saltillo: la de los gringos y la otra. La vida de la ciudad giraba en torno de los rubios visitantes; las casas se preparaban para recibirlos como huéspedes, pues todo el año vivirían las familias con lo que ellos dejaban al vivir aquí. Los profesores obtenían un ingreso extra trabajando de tutores en las vacaciones.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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