OTRA VEZ el llamado de alerta por la violencia provino de la Sierra Tarahumara de Chihuahua. En una carta dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la gobernadora Maru Campos, el párroco de Guachochi, Enrique Urzúa Romero, clamó por el cese de actos armados, pues apenas el 15 de mayo en las fiestas de San Isidro Labrador hubo varios enfrentamientos armados que tuvieron en vilo a la población.