Tigres se ha convertido en el chico malo de la película. Y le ha gustado asumir el rol de antagónico. Con la máscara de villano puesta camina con prestancia y garbo. Con ella se siente seguro. De un tiempo para acá, es experto en sacar de quicio a los protagonistas consentidos del público alebrestando ambas partes. Tigres ya disfruta de su nuevo papel. Se nota a simple vista.