Todo comienza como algo casual, no premeditado, casi casi espontáneo: alguien ve un monopatín eléctrico, nuevo, lustroso, ahí, tirado a media calle. Está solo y no parece tener dueño a la vista: la oportunidad surge para el ladrón en potencia. ¿Qué pasaría si toma ese monopatín del cual no sabe origen, funcionamiento, procedencia o destino? El ladrón en potencia sabe que no pasaría nada, porque nada pasa aquí a quien rompe la ley.
Sofía Orozco
Es tapatía, chef repostera por casualidad y periodiquera por afición. Desde una perspectiva ciudadana, analiza y critica lo cotidiano.