Si fueran una bancada como tal, las diputadas electas tendrían casi mayoría calificada de dos terceras partes (63 por ciento de las curules) del Congreso del Estado. Apenas les faltarían dos diputados para lograr, por sí solas, cambios a la Constitución local. Por razones más circunstanciales que deliberadas, pues acaso fue más azaroso que intencional, el Congreso tendrá 24 mujeres diputadas: un número histórico de legisladoras que, desde ahora, ya se habla de un perfil feminista de la Legislatura 63.