Vino directa la orden para la Organización de Estados Americanos (OEA): "¡Observen, pero NO OPINEN!". Este mandato provino de nuestra Presidenta, quien consideró que los observadores de la OEA incurrieron en "injerencismo" al opinar que la elección judicial del 1 de junio estuvo viciada, y que no debería ser imitada en ningún otro país de Latinoamérica. Incluso nuestra SRE mandó una nota diplomática de protesta por externar los observadores su opinión negativa, misma que han expresado todos los seres pensantes en las Américas.