Al costado norte de Catedral, se encuentra la Plaza de la Rotonda de los Jalisciense Ilustres que anteriormente era un jardincito con kiosco, donde los "evangelistas" escribían a máquina las cartas que sus clientes, iletrados, no podían redactar. El lado norte de esa manzana lo ocupaban el Templo de la Soledad y el edificio que alojaba la oficina central de correos.