OPINIÓN

La taza sucia

Eduardo Caccia EN MURAL

4 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Todo empezó con una taza. Alguien la dejó sucia en el fregadero común. Nadie dijo nada. Al día siguiente había dos. Luego, un plato con restos de comida. Una servilleta grasosa. Para el viernes, el lugar parecía zona sin ley. Lo que era una oficina funcional se volvió un sitio hostil, donde cada quien operaba a conveniencia: si el otro no lava, ¿por qué yo sí?