Apenas quedó algo de aquellos hombres que fueron los primitivos habitantes de nuestra tierra. Eran nómadas, y no dejaron casi restos de sí. El polvo de los desiertos borró para siempre la huella de su paso, y sólo en algunas cavernas escondidas, o en un abrupto reliz de la montaña, se ve la huella de sus manos, que grabaron soplando sobre ella, con carrizos, los polvos de la tierra o la sangre de drago color púrpura, junto a trazos rupestres misteriosos cuyo significado es difícil descifrar.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.