OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN MURAL

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El beato fray Sebastián de Aparicio, antes de ser fraile y ser beato, se divertía mancornando toros bravos, es decir, los derribaba tomándolos con las manos por los cuernos. Por eso se le considera uno de los fundadores de la charrería mexicana, y aunque no es santo, sino solamente beato, se le venera como patrono de los charros, y su protector. Yo visito a fray Sebastián de Aparicio siempre que voy a Puebla. Está de cuerpo presente, incorrupto, en una capilla del bello templo de San Francisco. Centenares de devotos lo visitan cada día, y en un cuaderno anotan sus peticiones. Yo una vez escribí una, y se me concedió. Ahora tengo en la casa del Potrero un bello cuadro de Sebastián en el que aparece guiando una carreta, pues también es considerado fundador de la arriería en México, primer transportista, primer carrocero y primer constructor de caminos en nuestro país.