Si la estrategia de seguridad de Felipe Calderón y Enrique Peña fue mala, la de Manuel López es mucho peor. Los números así lo dicen. En los primeros diez meses de este sexenio los asesinatos han aumentado significativamente con respecto al mismo periodo en las administraciones pasadas. Calderón: 8 686 homicidios; Peña: 15 470; López: 29 629.