El cuerpo humano está compuesto de billones de células, 206 huesos, 21 órganos y otros tantos tejidos especializados. Entre tantas partes, son altas las probabilidades de que algo salga mal. Sin embargo, gracias a la homeostasis todo funciona en perfecto balance y equilibrio, que no es más que un sistema de ajustes y monitoreo constantes. Y esto no es muy diferente en una empresa.