Igual pudo haber dicho Noroña que se iba a París a ayudar a la Sûreté a solucionar el robo de joyas que sufrió el Louvre. Igual de fantasioso nos parece que pida licencia de dos semanas en el Senado quesque para ir a Palestina, invitado por los Emiratos Árabes, por "su solidaridad con el pueblo palestino". Obvio es que este boquiflojo señor no tiene nada que hacer allá en papel de "componedor"; luce más bien como un pretexto para echarse unas vacaciones en Dubai. Y, por favor, no nos malinterpreten, estimados lectores: que Noroña esté fuera de México nos parece mil veces preferible a que se quede aquí jo... robando.