En un día cualquiera nos podemos despertar con una alarma de nuestro celular, bañarnos con agua caliente, tomar un café hecho en una cafetera en nuestra casa y ponerle un poco de sal al huevo que tomaremos como desayuno mientras escuchamos el noticiero en la televisión. En cada uno de estos pequeños actos puede observarse la forma en que la ciencia atraviesa nuestra vida.