OPINIÓN

Desde la victoria de Berlusconi en los 90, el ascenso de personajes estrambóticos que vienen de ámbitos distintos a la política profesional ha sido imparable

El alivio del gris

Jorge Volpi EN MURAL

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Aburrido. Formal. Monocorde. Gris. Un hombre que ha pasado su vida entera en los entretelones de Washington. Apacible. Dialogante. Y predecible. Sobre todo eso: predecible. Joseph Biden es, en efecto, el reverso no solo de Donald Trump, sino de la larga lista de líderes cuyo mayor mérito consiste en presentarse como outsiders. No es extravagante. No es parlanchín. No subvierte día con día las normas de su entorno. No grita. No vocifera. No insulta. Sus detractores dirán que es la encarnación misma del sistema. Acaso lo sea. El peor de los insultos: un político profesional. El último sobreviviente de esa casta que, hace apenas unos meses, se creía extinta. El modelo mismo de la aburrición.