Cierta alumna preguntaba: "¿Padre, sabe usted que la tendencia es que los jóvenes no se identifiquen con ningún credo religioso?". Buscaba hacerme ver, educadamente, que ni la figura del sacerdote, ni la religión institucionalizada gozan ya de un especial prestigio entre la juventud. ¿Esto es así?, ¿es irreversible?