OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN MURAL

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Cuando lo conocí ya era hombre de edad. Conservaba, sin embargo, su antigua prestancia de extraordinario boxeador. Hablaba con lentitud; la voz la tenía ronca. Solía ir algunas tardes a tomar café en la terminal de los autobuses Monterrey-Saltillo, por la calzada Madero, en Monterrey. Ahí me lo presentó Félix Chávez, uno de los dueños de esa línea de autobuses. También Félix había sido boxeador en los años de su juventud.