En el Potrero se cuenta la antigua historia de un avaro. Guardaba en una caja sus monedas de oro, y la ponía bajo tierra. De vez en cuando la sacaba para contar con morosa lentitud, uno por uno, los lucientes y dorados tejos.

Un día, en vez de sus monedas, halló su caja llena de piedras. Había un mensaje escrito: "No usaste nunca tu oro. Será igual para ti tener piedras que tener monedas".

Quizá esta historia, por verdadera, sea mentira. Quizá esta leyenda, por mentirosa, sea verdad. Lo cierto es que el dinero que no se usa para bien del hombre es inútil papel o estéril piedra. Tener por tener es no tener.