OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN MURAL

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Aquel piloto norteamericano había visto señales hechas con espejo procedentes de un risco desértico en el Pacífico del Sur. Era indudable que había presencia humana en ese islote apartado. Pero ¿quién podía ser aquel náufrago? Ciertamente ningún norteamericano: por ahí no solían andar aviones de Estados Unidos. ¿Sería entonces algún japonés? Fuera quien fuera se trataba de un ser humano en desgracia, pensó el joven piloto. Tanto la ley de la guerra como el deber de humanidad le ordenaban ir en su ayuda.