Aquel piloto norteamericano había visto señales hechas con espejo procedentes de un risco desértico en el Pacífico del Sur. Era indudable que había presencia humana en ese islote apartado. Pero ¿quién podía ser aquel náufrago? Ciertamente ningún norteamericano: por ahí no solían andar aviones de Estados Unidos. ¿Sería entonces algún japonés? Fuera quien fuera se trataba de un ser humano en desgracia, pensó el joven piloto. Tanto la ley de la guerra como el deber de humanidad le ordenaban ir en su ayuda.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.