OPINIÓN

MÉXICO MÁGICO / Catón EN MURAL

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El Padre Carlos López era un amable sacerdote. Rezaba muy aprisa, de modo que el rosario, que en otras voces tardaba mucho tiempo, en la de él se iba muy rápido. Y es que el Padre usaba una especie de taquigrafía oral que le permitía abreviar las palabras, hacer de tres vocablos uno solo. Así por ejemplo, en vez de decir: "Bendito sea Dios", decía: "BentoseaDios". Eso ahorraba mucho tiempo y energías.