OPINIÓN
A quien premian
Manuel J. Jáuregui EN MURAL
No es UNO, sino DOS los asesinatos de empresarios (y el secuestro del cónsul de la Gran Bretaña, Anthony Duncan Williams) cometidos por la Liga Comunista 23 de Septiembre en 1973.
En Monterrey, asesinaron en intento de secuestro a Don Eugenio Garza Sada, empresario y filántropo, creador del Tec, de la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa, y de muchas instituciones más de gran aportación a la comunidad.
Adicionalmente, en Guadalajara, la LC23S primero secuestró a Fernando Aranguren, prominente empresario jalisciense, y como el Gobierno (presidido en ese entonces por Luis Echeverría) se negó a negociar con ese grupo terrorista de corte marxista que pretendía derrocar al Gobierno por las ARMAS mediante una sublevación que ellos pensaron que sería general, pero el pueblo los rechazó y su "movimiento" nunca fue abrazado por la gente, precisamente por violento y desubicado, decidieron asesinar a Aranguren.
Tras secuestrar a Aranguren y al cónsul Williams, no pudiendo negociar armas, dinero y la liberación de 50 de sus miembros, soltaron a Williams (seguramente temerosos del MI5) pero ultimaron a Aranguren.
Obvio es que la sublevación de la LC23S puso en riesgo la viabilidad de nuestra nación, su progreso y el de su gente.
Los mexicanos aborrecemos la violencia y detestamos las dictaduras marxistas y de todo tipo, además no creemos en la lucha de clases, y es por ello que los terroristas guerrilleros comunistas (entrenados militarmente en Cuba y en Angola) nunca lograron el apoyo popular.
Muchos de los miembros de la LC23S (que tuvo una célula muy violenta e importante en la Universidad Autónoma de Nuevo León), eventualmente al disolverse por disensiones internas se escondieron en Cuba, hasta que el Presidente López Portillo los indultó y les permitió regresar a México con la condición de dejar las armas e integrarse pacíficamente a la sociedad.
Con los recientes sucesos, i.e., los dichos de un empleado de la 4T llamando "valientes jóvenes" a los asesinos de Don Eugenio (y por asociación a los de Aranguren) y el premio otorgado en Los Pinos a ex guerrilleros, glorificando su pasado terrorista, nos podemos dar cuenta claramente de que con este Gobierno se pretende volver al pasado.
No mira con inteligencia científica hacia el futuro, no pretende emular el éxito de los países triunfadores, prósperos, justos, democráticos.
No, estos pobres despistados, obsoletos, retrógrados, simpatizantes comunistas-marxistas, que pretenden promulgar en México la lucha de clases, la división, el ataque al capital, desmembrando los medios de la producción en la fallida creencia de que el Gobierno debe hacerse cargo de todo, han sido ya ASIMILADOS por la 4T.
No sólo era Pedro Salmerón, encargado de la "memoria histórica", sino tenemos también al Subsecretario de Educación, Luciano Concheiro, miembro activo del Partido Comunista mexicano, y por supuesto, al encargado del Fondo de Cultura Económica, Francisco Ignacio Taibo, abierto simpatizante del Che Guevara, quien entre otras cosas era el encargado de los escuadrones de FUSILAMIENTO durante los inicios de la dictadura castrista en Cuba.
Cientos de "reaccionarios" (todo aquel que no estaba de acuerdo con Fidel) fueron ejecutados por órdenes del famoso Che, cuya leyenda falaz es quizás una de las obras de mercadotecnia más asombrosas de los años 60.
Los mencionados son sólo algunos de los visibles admiradores de Chávez, Maduro y los hermanos Castro, hay muchos más, piensan igual que Salmerón y los guerrilleros, siendo nombrados a puestos gubernamentales desde donde encubiertamente fomentan sus ideotas demostradas por la historia ser una monumental estupidez.
Si la lucha de clases, el Gobierno totalitario, el comunismo, y otras chupaletas emanadas del marxismo, leninismo o trotskismo, funcionaran, Cuba y Venezuela serían superpotencias.
¡Caray, hasta la antigua URSS dejó de ser comunista!
En Monterrey, asesinaron en intento de secuestro a Don Eugenio Garza Sada, empresario y filántropo, creador del Tec, de la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa, y de muchas instituciones más de gran aportación a la comunidad.
Adicionalmente, en Guadalajara, la LC23S primero secuestró a Fernando Aranguren, prominente empresario jalisciense, y como el Gobierno (presidido en ese entonces por Luis Echeverría) se negó a negociar con ese grupo terrorista de corte marxista que pretendía derrocar al Gobierno por las ARMAS mediante una sublevación que ellos pensaron que sería general, pero el pueblo los rechazó y su "movimiento" nunca fue abrazado por la gente, precisamente por violento y desubicado, decidieron asesinar a Aranguren.
Tras secuestrar a Aranguren y al cónsul Williams, no pudiendo negociar armas, dinero y la liberación de 50 de sus miembros, soltaron a Williams (seguramente temerosos del MI5) pero ultimaron a Aranguren.
Obvio es que la sublevación de la LC23S puso en riesgo la viabilidad de nuestra nación, su progreso y el de su gente.
Los mexicanos aborrecemos la violencia y detestamos las dictaduras marxistas y de todo tipo, además no creemos en la lucha de clases, y es por ello que los terroristas guerrilleros comunistas (entrenados militarmente en Cuba y en Angola) nunca lograron el apoyo popular.
Muchos de los miembros de la LC23S (que tuvo una célula muy violenta e importante en la Universidad Autónoma de Nuevo León), eventualmente al disolverse por disensiones internas se escondieron en Cuba, hasta que el Presidente López Portillo los indultó y les permitió regresar a México con la condición de dejar las armas e integrarse pacíficamente a la sociedad.
Con los recientes sucesos, i.e., los dichos de un empleado de la 4T llamando "valientes jóvenes" a los asesinos de Don Eugenio (y por asociación a los de Aranguren) y el premio otorgado en Los Pinos a ex guerrilleros, glorificando su pasado terrorista, nos podemos dar cuenta claramente de que con este Gobierno se pretende volver al pasado.
No mira con inteligencia científica hacia el futuro, no pretende emular el éxito de los países triunfadores, prósperos, justos, democráticos.
No, estos pobres despistados, obsoletos, retrógrados, simpatizantes comunistas-marxistas, que pretenden promulgar en México la lucha de clases, la división, el ataque al capital, desmembrando los medios de la producción en la fallida creencia de que el Gobierno debe hacerse cargo de todo, han sido ya ASIMILADOS por la 4T.
No sólo era Pedro Salmerón, encargado de la "memoria histórica", sino tenemos también al Subsecretario de Educación, Luciano Concheiro, miembro activo del Partido Comunista mexicano, y por supuesto, al encargado del Fondo de Cultura Económica, Francisco Ignacio Taibo, abierto simpatizante del Che Guevara, quien entre otras cosas era el encargado de los escuadrones de FUSILAMIENTO durante los inicios de la dictadura castrista en Cuba.
Cientos de "reaccionarios" (todo aquel que no estaba de acuerdo con Fidel) fueron ejecutados por órdenes del famoso Che, cuya leyenda falaz es quizás una de las obras de mercadotecnia más asombrosas de los años 60.
Los mencionados son sólo algunos de los visibles admiradores de Chávez, Maduro y los hermanos Castro, hay muchos más, piensan igual que Salmerón y los guerrilleros, siendo nombrados a puestos gubernamentales desde donde encubiertamente fomentan sus ideotas demostradas por la historia ser una monumental estupidez.
Si la lucha de clases, el Gobierno totalitario, el comunismo, y otras chupaletas emanadas del marxismo, leninismo o trotskismo, funcionaran, Cuba y Venezuela serían superpotencias.
¡Caray, hasta la antigua URSS dejó de ser comunista!
