OPINIÓN
Los Carlos
Manuel J. Jáuregui EN MURAL
Cuando hablan Los Carlos, estimados amigos, vale la pena escucharlos.
Pero más aún, atenderlos: esto es, hacerles caso.
Y no, no son una banda o un conjunto ni nada por el estilo: se trata de Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Carlos Hurtado, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, y Carlos Serrano, Economista Jefe de BBVA.
Estos señores, que sí le entienden a la economía, no como los improvisados cuatroteístas que realizan experimentos desastrosos con la economía mexicana, señalan que el presupuesto 2020 adolece de varias serias fallas.
Entre ellas consideran que se le dedica muy poco a la INVERSIÓN (un 1.5 por ciento del PIB, cuando debería ser como el 5 por ciento) y que peca de optimista en cuanto a las proyecciones de crecimiento en la producción y los ingresos de PEMEX.
Y, adicionalmente, que carece de las políticas adecuadas que deben aplicarse en un entorno de bajo crecimiento económico.
A muchos parecen tan obvias las observaciones serias y documentadas que expresan Los Carlos que se comienza a pensar -dado que se ignoran olímpicamente- que lo que los cuatroteístas están haciendo es algo premeditado: esto es, diseñado a propósito para debilitar el crecimiento económico, que en su mayor parte depende del impulso y pujanza del sector no gubernamental.
Pero más aún, atenderlos: esto es, hacerles caso.
Y no, no son una banda o un conjunto ni nada por el estilo: se trata de Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Carlos Hurtado, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, y Carlos Serrano, Economista Jefe de BBVA.
Estos señores, que sí le entienden a la economía, no como los improvisados cuatroteístas que realizan experimentos desastrosos con la economía mexicana, señalan que el presupuesto 2020 adolece de varias serias fallas.
Entre ellas consideran que se le dedica muy poco a la INVERSIÓN (un 1.5 por ciento del PIB, cuando debería ser como el 5 por ciento) y que peca de optimista en cuanto a las proyecciones de crecimiento en la producción y los ingresos de PEMEX.
Y, adicionalmente, que carece de las políticas adecuadas que deben aplicarse en un entorno de bajo crecimiento económico.
A muchos parecen tan obvias las observaciones serias y documentadas que expresan Los Carlos que se comienza a pensar -dado que se ignoran olímpicamente- que lo que los cuatroteístas están haciendo es algo premeditado: esto es, diseñado a propósito para debilitar el crecimiento económico, que en su mayor parte depende del impulso y pujanza del sector no gubernamental.
