OPINIÓN
Nuevo elenco
Manuel J. Jáuregui EN MURAL
Nosotros, como ustedes, nos acabamos de enterar de que vivimos con "una nueva Constitución", ésta de reciente elaboración amlista/morenista. Esto según versión presidencial divulgada ayer en diálogo con legisladores morenistas. Habrá que ver si este pronunciamiento representa una bola ensalivada que va para la zona de "strike" o es meramente un lanzamiento al codo para obligar al bateador a alejarse del colchón.
Lo que por mientras sí les podemos asegurar es que el Supremo Politburó en su infinita sapiencia ha decidido cambiar a todos los delegados estatales del IMSS que no sean médicos de profesión. Esto implica cambios en casi todos los Estados, la hayan hecho bien o la hayan hecho mal los incumbentes.
El por qué mejor no decidieron cambiar al director de la CFE o al de PEMEX, que con mucha más urgencia se requiere, no se los sabemos decir. Como tampoco atinamos a entender qué necesidad existe de cambiar a los delegados no médicos, y cómo esta medida draconiana aliviará el desabasto de medicinas que aqueja al IMSS. Una que, requiriendo cirugía mayor, recibe en cambio como receta a sus padecimientos graves unos "chochos" y un curita.
Por otra parte, no se requiere ser doctor para administrar a los doctores (y enfermeras) dentro de lo que es finalmente una organización compleja que ofrece servicios médicos a la población. Se puede ser buen administrador sin ser médico y se puede ser mal administrador siendo médico. En cuanto a la inclinación a la corrupción, dudamos mucho que la profesión en sí tenga que ver con ella.
No sabemos si sobre esto que anunciaron el miércoles se cambie de opinión o se desmienta al funcionario responsable (no sería la primera vez, ¿verdad, doña Olga?) y quede esto como anécdota sexenal. Pero de que hay la intención de instrumentar este cambio, la hay.
Ahora que falta ver si la 4T puede convencer a buenos doctores que sean a su vez buenos administradores, con experiencia y capacidad en esta rama, que acepten trabajar con el sueldo que se les ha fijado a los servidores públicos, cuando en su práctica privada seguramente ganan tres o cuatro veces el salario tope.
Luego también habrá que tomar en cuenta que cuando nombraron a los nuevos delegados, a muchos de ellos -con todo y familia- los reubicaron y en algunos casos los conminaron a dejar chambas lucrativas. ¿Qué los van a aventar así nomás: slam, bam, thank you, mam? ¡Sorry, pero la chamba era nomás por nueve meses, gracias y adiós!
Se antoja muy inhumano, muy frío, muy poco considerado que hagan estos cambios que, como les decíamos, no obedecen a lógica defendible alguna. Sin duda que, de adoptarse esta táctica de meter nuevos elencos en cada producción de la 4T, habrá daño colateral. No siendo el menor de ellos el que ningún profesionista del nivel requerido para asumir cargos de alta responsabilidad va a querer aceptarle chambas a la 4T. Los únicos que querrán "agarrar hueso" a como dé lugar serán los advenedizos, los oportunistas, los truculentos que le entran no para arreglar el problema, sino para ver cómo sacan tajada -y grande- para ellos mismos.
En lugar de mejorar el servicio público lo convertirán en una profesión para piratas y asaltantes, ya que los profesionistas que valen la pena no querrán entrarle a jugarle a la ruleta para ver si se quedan y si van a alcanzar a cobrar cuando menos una raquítica quincena, con eso de que la "austeridad republicana" está pegando de manera medio selectiva. Muy perra con los ajenos, pero muy mansa con los de casa, a quienes manda a empresas oscuras al extranjero en las que no hay cuentas ni hay transparencia.
En suma, ¿para qué los nombraron si luego los iban a quitar? Y si la idea no era quitarlos, entonces para qué cambiar de caballo en medio de la corriente. Finalmente, si al de por sí maniatado IMSS se lo carga el patas de cabra, la gente sabe perfectamente a quién culpar. ¿O será que por eso "cambian" la Constitución, para no tener que pagar consecuencias?
Lo que por mientras sí les podemos asegurar es que el Supremo Politburó en su infinita sapiencia ha decidido cambiar a todos los delegados estatales del IMSS que no sean médicos de profesión. Esto implica cambios en casi todos los Estados, la hayan hecho bien o la hayan hecho mal los incumbentes.
El por qué mejor no decidieron cambiar al director de la CFE o al de PEMEX, que con mucha más urgencia se requiere, no se los sabemos decir. Como tampoco atinamos a entender qué necesidad existe de cambiar a los delegados no médicos, y cómo esta medida draconiana aliviará el desabasto de medicinas que aqueja al IMSS. Una que, requiriendo cirugía mayor, recibe en cambio como receta a sus padecimientos graves unos "chochos" y un curita.
Por otra parte, no se requiere ser doctor para administrar a los doctores (y enfermeras) dentro de lo que es finalmente una organización compleja que ofrece servicios médicos a la población. Se puede ser buen administrador sin ser médico y se puede ser mal administrador siendo médico. En cuanto a la inclinación a la corrupción, dudamos mucho que la profesión en sí tenga que ver con ella.
No sabemos si sobre esto que anunciaron el miércoles se cambie de opinión o se desmienta al funcionario responsable (no sería la primera vez, ¿verdad, doña Olga?) y quede esto como anécdota sexenal. Pero de que hay la intención de instrumentar este cambio, la hay.
Ahora que falta ver si la 4T puede convencer a buenos doctores que sean a su vez buenos administradores, con experiencia y capacidad en esta rama, que acepten trabajar con el sueldo que se les ha fijado a los servidores públicos, cuando en su práctica privada seguramente ganan tres o cuatro veces el salario tope.
Luego también habrá que tomar en cuenta que cuando nombraron a los nuevos delegados, a muchos de ellos -con todo y familia- los reubicaron y en algunos casos los conminaron a dejar chambas lucrativas. ¿Qué los van a aventar así nomás: slam, bam, thank you, mam? ¡Sorry, pero la chamba era nomás por nueve meses, gracias y adiós!
Se antoja muy inhumano, muy frío, muy poco considerado que hagan estos cambios que, como les decíamos, no obedecen a lógica defendible alguna. Sin duda que, de adoptarse esta táctica de meter nuevos elencos en cada producción de la 4T, habrá daño colateral. No siendo el menor de ellos el que ningún profesionista del nivel requerido para asumir cargos de alta responsabilidad va a querer aceptarle chambas a la 4T. Los únicos que querrán "agarrar hueso" a como dé lugar serán los advenedizos, los oportunistas, los truculentos que le entran no para arreglar el problema, sino para ver cómo sacan tajada -y grande- para ellos mismos.
En lugar de mejorar el servicio público lo convertirán en una profesión para piratas y asaltantes, ya que los profesionistas que valen la pena no querrán entrarle a jugarle a la ruleta para ver si se quedan y si van a alcanzar a cobrar cuando menos una raquítica quincena, con eso de que la "austeridad republicana" está pegando de manera medio selectiva. Muy perra con los ajenos, pero muy mansa con los de casa, a quienes manda a empresas oscuras al extranjero en las que no hay cuentas ni hay transparencia.
En suma, ¿para qué los nombraron si luego los iban a quitar? Y si la idea no era quitarlos, entonces para qué cambiar de caballo en medio de la corriente. Finalmente, si al de por sí maniatado IMSS se lo carga el patas de cabra, la gente sabe perfectamente a quién culpar. ¿O será que por eso "cambian" la Constitución, para no tener que pagar consecuencias?
