OPINIÓN

Patitos de hule

Manuel J. Jáuregui EN MURAL

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Sopesen esta frase, amigos lectores, que un experto (vía el sitio de noticias Politico) le dirigió a la Administración Trump: "Están montados en un patito de hule y van flotando hacia aguas infestadas de cocodrilos". Ello en referencia a todo, que es también todo lo que le está saliendo mal: la guerra comercial con China, su pleito con Irán, sus constantes mentiras, su despido del enésimo funcionario por estar en desacuerdo con él, su manejo de la economía, y su constante "bullying" dirigido al chairman de la Fed, Jerome Powell, a quien por la fuerza y con amenazas quiere obligar a que reduzca las tasas de interés a CERO.

No es ninguna novedad para ustedes, amigos lectores, que el Presidente Trump no sabe lo que está haciendo. ¡Y menos con respecto a MÉXICO! Este oso tarolas cada que se le pega la gana nos amenaza con imponernos tarifas y EXTORSIONA con ello a México para que le hagamos su chamba migratoria parándole dentro de nuestro territorio a los migrantes centroamericanos. Labor que está desgastando a las Fuerzas Armadas mexicanas que no se dan abasto, además perforando nuestro presupuesto nacional y erosionando nuestro récord respecto a los derechos humanos.

Y para colmo nos presentamos ante el mundo como patiños de un megaviolador de los derechos humanos y de la propia Constitución norteamericana que le concede el derecho de ASILO precisamente a quienes Trump nos obliga a detener antes de que lo puedan solicitar.

Anda desesperado este señor porque las últimas encuestas lo colocan a más de dos dígitos de distancia en la preferencia electoral de los dos principales candidatos presidenciales DEMÓCRATAS, Joe Biden y Bernie Sanders (y para colmo empatado con "Pocahontas", como Trump le llama a Elizabeth Warren).

Su economía se está yendo al caño, y con ello sus posibilidades de reelegirse, por eso anda desesperado, alterando con plumón los mapas metereológicos para tapar las estupideces que dice, agrediendo a la Fed, presionando a MÉXICO a que "haga más" cuando de rodillas debería estarle agradeciendo al Gobierno mexicano lo que ha hecho, que es reducir casi en un 60 por ciento el flujo de migrantes hacia Estados Unidos, ello en tan sólo cuatro meses. ¡Y como quiera se le hace poco!

Bien sabemos que en la diplomacia no caben las chifladas de máuser, pero si su servidor fuese el Canciller Marcelo Ebrard, eso le hubiéramos chiflado al vicelacayo de Trump, Mike Pence, en la reunión que sostuvieron en Washington esta semana en la que estuvo presente -para variar- el "yerno favorito" de Trump, Jared Kushner, ajonjolí de todos los moles que, violando las leyes antinepotismo, se mete en todo lo que se le pega la gana, sin mucho más nombramiento que el que le otorga haberle fabricado un trío de güercos a la hija de Trump, Ivanka.

Chamba que, dicho sea verdad, no conlleva ningún mérito, pues sobran bartolos en cualquier sinagoga neoyorquina que lo harían de a gratis.

Qué le ven Trump y los republicanos a este clon de Ichabod Crane jamás será entendible.

Pero divagamos: nos parece mal, muy mal, que México se esté convirtiendo en un acomedido mozo del Gobierno de Trump, ordenándonos hacer su labor sucia bajo amenazas. Pero, sobre todo, no entendemos cómo es que nadie en México le pone el menor "pero" a este feudal servilismo al que nos han condenado por puro capricho con la amenaza de elevarnos tarifas a nuestras exportaciones. Ello, mientras el representante comercial norteamericano, Robert Lighthizer, CABILDEA como loco ante el Congreso norteamericano para que le aprueben el nuevo NAFTA, cosa que los demócratas -dándole al régimen trumpiano una sopa de su propio chocolate- afirman que no están dispuestos a hacer, ya que tienen "reservas" sobre las leyes laborales mexicanas.

Raro que nadie en la 4T (ni siquiera sus miembros abiertamente comunistas como el Subsecretario de Educación, Luciano Concheiro) repare en esta clara intromisión en NUESTRA SOBERANÍA por parte de Estados Unidos.

Extraña que estén -por lo menos en sus discursos- tan bravos con los neoliberales y conservadores reaccionarios mexicanos, pero tan sueltos y obedientes con los "imperialistas yanquis". ¿No será que ellos también montan patitos de hule que flotan en aguas infestadas de cocodrilos?