OPINIÓN

Callar y obedecer

Jesús Silva-Herzog Márquez EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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La ofensa es patrimonio exclusivo del poder. Solo tienen derecho a insultar los senadores, las gobernadoras, los representantes del régimen. Para ellos, el terreno libre para acosar y para agredir. El trato de los periodistas a los poderosos debe ser reverencial. El ejemplo del supremo acosador ha definido la práctica de eso que llaman el "humanismo mexicano". Invitar al linchamiento desde las máximas tribunas del país.