Asombrados, igual que ustedes amigos lectores, hemos atestiguado lo que históricamente puede considerarse la DESTRUCCIÓN de los principios más elementales de la democracia en la CUNA misma de este precepto universal en las Américas.
Históricamente, si uno ha de analizar los fundamentos, los cimientos, de uno de los países que más ha promulgado los principios democráticos, principalmente ese que afirma que "todos los hombres han sido creados iguales" -los Estados Unidos de Norteamérica- escasamente se puede dar crédito a lo que está pasando en la cuna de la democracia en las Américas.
El más grande Presidente de la historia norteamericana, Abraham Lincoln, en sus numerosos y extraordinarios discursos, pronunció unas líneas que aún resuenan y que el paso del tiempo no ha podido atenuar:
"Una casa dividida entre sí no puede mantenerse de pie". (A house divided against itself cannot stand).
¿Y qué es lo que observamos en la sociedad norteamericana?