Vivimos tiempos de violencia, terrorismo, delincuencia, crímenes de odio, racismo, fanatismo, no sólo en México, sino en todo el mundo. Parece que no nos civilizamos y seguimos tan salvajes; las situaciones reales parecen películas de terror. Hace cuatro años, el homicidio de un niño de 6 años nos conmovió, no entendíamos la razón de semejante maldad; el crimen despertó la indignación popular.