OPINIÓN

Denunciar para transformar

OPINIÓN INVITADA / Irma Alma Ochoa Treviño EN MURAL

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Las modificaciones al Código Penal de Nuevo León, publicadas el 3 de enero de 2000, establecieron los delitos de violencia familiar y su equiparable, que visibilizaron la violencia que ejerce un integrante de la familia en contra de otro u otra.

La codificación reconoció la conducta violenta como problema social, de justicia, de derechos humanos y de salud pública por los perjuicios físicos y mentales que conlleva.

La publicación del jueves pasado de EL NORTE titulada "Arde violencia familiar: NL es el #2", relacionada con el reporte de 4 mil 589 denuncias de violencia familiar registradas de enero-abril 2019, permite afrontar la realidad.

Las estadísticas revelan que los delitos siguen al alza pese a los esfuerzos en atender y prevenir los hechos que, en mayor medida, afectan a mujeres, niñas y niños, siendo hombres adultos los principales causantes.

El reporte preocupa, dado que las agresiones se cometen en el seno familiar, primer espacio de socialización, donde aprendemos a comunicarnos, a relacionarnos, a distinguir lo bueno de lo malo y, en teoría, a tratar con respeto a nuestros semejantes.

En las diversas familias se expresan los afectos que nacen de la consanguinidad o del parentesco. Entre familiares se experimentan sentimientos de amor, odio, alegría, tristeza, euforia, depresión... y se detona la desigualdad intrafamiliar a causa del género, edad, ascendencia, situación económica, de dominio o de dependencia.

Los aprendizajes se refuerzan a la vez que se construyen relaciones en las instituciones: escolares, religiosas, políticas, culturales o deportivas, al incorporar a los saberes el humanismo, los principios de igualdad, justicia, solidaridad, empatía y respeto a las diferencias; o se desvirtúan al propagarse la dominación, el sometimiento y la violencia, al adquirir ideas discriminatorias, adulto-centristas o machistas.

Los datos dan a conocer que la sociedad está informada, que la violencia familiar -otrora invisible- deja de calificarse