Hay tecnologías que sin duda nos facilitan la existencia, pero a la vez la empeoran sin remedio, en la misma medida
Mamás y papás
NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL
5 MIN 00 SEG
Ocurre con cualquier tecnología, que los beneficios que trae consigo tienen un costo inevitable. Pero, por lo general, las ventajas superan a las desventajas, y tal relativo costo acaba por ser insignificante, pues de lo contrario la tecnología en cuestión sería llanamente estúpida y por tanto prescindible. En la serie Arrested Development, según yo una de las cumbres más altas del guionismo de todos los tiempos, hay un episodio en que Michael, el protagonista, quiere usar una freidora que su papá había lanzado al mercado, pero que salió tan defectuosa que la gente invariablemente se quemaba (y por ello había sido un absoluto fracaso). Una y otra vez, obviamente, Michael se quema, y maldice, y vuelve a querer freír unas bolas de masa, y se quema otra vez... Pero también hay tecnologías que sin duda nos facilitan la existencia, pero a la vez la empeoran sin remedio, en la misma medida y a tal grado que, no obstante la desdicha que nos acarrean, se nos vuelve imposible vivir sin ellas. (O eso nos gusta creer: bien podríamos vivir sin tantos aderezos y tantas complicaciones y tonterías. Pero más bien nos da pereza).