OPINIÓN

Trump invictus

Manuel J. Jáuregui EN MURAL

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Por hoy dejemos a un lado un momento la grilla local y nacional que ha adquirido dimensiones demenciales, para hablar un poquito del mundo que habitaremos de 18 meses en adelante.

Antes un caveat: lo que a continuación consignamos al papel no es lo que quisiéramos, es lo que la lógica aplicada a información no necesariamente accesible a la población indica con una alta probabilidad de convertirse en realidad.

Empecemos por lo bueno:

1. El T-MEC, esto es, el nuevo NAFTA, será aprobado por el Congreso norteamericano, lo cual hará que en ambos lados del Bravo el empresariado, comerciantes y financieros suelten colectivamente un suspiro de alivio.

2. La inyección de recursos a PEMEX por parte del Gobierno federal, vía la contratación de nueva deuda, debe ganarle tiempo a la empresa productiva del Estado y evitar, por unos seis meses, que su deuda caiga a la categoría de "chatarra".

Nuestra moneda permanecerá intacta y vivirá para pelear otro día.

Algo que también se mira probable es que, a pesar de todos los pesares, Donald Trump se reelija como Presidente de Estados Unidos en noviembre.

¿Por qué?

Porque su base de apoyo electoral permanece intacta y nada que haga o diga resquebraja a esta base que lo soporta con una vehemencia casi fanática.

Además porque la economía -hasta el momento- marcha bien y porque sus opositores, los demócratas, se han fragmentado en dieciocho candidatos presidenciales, entre ellos un par de septuagenarios, un Alcalde gay, y una que otra dama (si hablamos de Warren y Harris) que sin representar bloques electorales importantes hacen el suficiente ruido como para que el Partido Demócrata en su totalidad sea catalogado de promover el "socialismo" y que bajo el paraguas de un plan ecológico (The Green New Deal) pretenden eliminar las vacas, los aviones y los automóviles (no se rían, así lo pintan).

Lo que se observa de momento es que el actual ocupante de la Silla Presidencial norteamericana está enfocando su estrategia de reelección al siempre infalible recurso de sembrar miedo, a ello obedece su extremada belicosidad con Irán, al que pintan como listo para invadir Estados Unidos y robar a las mujeres y violar a las vacas.

La otra parte del miedo tiene que ver con el tema de la "crisis en nuestras fronteras".

Desde adentro de las jaulas de malla viene la historia de fondo: un mexicano le pregunta a una familia hondureña que llegó a la frontera de la mano de un coyote sólo para ser recibida por la Patrulla Fronteriza. "¿Y por qué se vienen hasta acá si saben que no los van a recibir?", les pregunta el mexicano.

Respuesta: "¡Es que nos pagan 5 mil dólares por venir! ¡Ya es nuestro segundo viaje!".

Parece haber evidencia que corrobora que alguien que simpatiza con Trump (pudieran ser los hermanos Koch, algún Súper Pac, o quizá, como algunos afirman, empresarios judíos amigos del "yerno consentido" Kushner, vaya usted a saber), que tiene los bolsillos muy hondos, está generando artificialmente esta "crisis" en la frontera de manera estratégica para darle un pretexto a Trump de "ponerse duro" con la inmigración -de nueva cuenta- inventando un enemigo de paja que los va a invadir para violar a sus perros y patear a sus mujeres.

Ante estos dos "enemigos", Trump se venderá electoralmente como el "hombre fuerte" que puede pararlos -y que de hecho lo hizo- de acuerdo a la tarjeta que firmó, en la que se apuntó tirando un 64 en el Masters.

(Ya ven ustedes, amigos lectores, cómo a este señor Trump le gusta echarle crema a sus burritos de Taco Bell).

A todo lo anterior, amigos, háganos el favor de agregar el Brexit del que no hay ya salida feliz, la contracción en la economía alemana, la guerra comercial chino-trumpiana, los chalecos amarillos en Francia que no dejan a Macron ni flatulear sin paralizarle París y todo de lo que lo anterior se derive, y ya podrán imaginar el tamaño de la chirimoya global que nos espera.

Mientras esto que les describimos pudiera estar sucediendo allende nuestras fronteras, aquí pretendemos revertir las reglas económicas, tirar el dinero de los ciudadanos en proyectos de dudosa rentabilidad haciendo lo opuesto a lo que se requiere, topen chivas y chillen llantas en todo a lo que nuestra economía se refiere.